ACTIVIDAD OPCIONAL 1: LAS TIC EN LA SOCIEDAD ACTUAL, consecuencias positivas y negativas

Como ya sabemos, las famosas tecnologías le la información y la comunicación, más conocidas como TIC, configuran la sociedad cambiante en la que vivimos, provocando continuas transformaciones en el ámbito social, laboral, económico, político, cultural… Por ello, en muchas ocasiones oímos llamar a esta nuestra sociedad como “Generación web” o “Generación I”, debido la gran repercusión que estas las TIC están teniendo en ella.

Estos cambios se están produciendo con una gran rapidez y en un corto periodo de tiempo, lo que hace que a la vez de encontrarnos con notables mejoras, se den también importantes repercusiones negativas.

Es cierto que las TIC han aportado a la sociedad muchos aspectos positivos, pero por otro lado, no hay que olvidar que también son muchos los negativos, consecuencias en los que han desembocado estas transformaciones. Analizaremos a continuación algunos de ellos.

No cabe duda de que Internet es hoy día un recurso básico y un medio de comunicación de masas, que facilita el fácil y rápido acceso a información de cualquier tipo. Además, esta herramienta nos permite realizar multitud de tareas como leer, ver, escuchar, escribir, opinar, crear, participar, consultar, copiar… Sin embargo, detrás de todo esto encontramos graves problemas como las adicciones a Internet (ludopatía, compras compulsivas, etc.), el aislamiento social a causa del uso de este recurso, la manipulación de la información que encontramos en él, los timos y robos, información inapropiada, no control de la información, actos ilegales…

Por otro lado, encontramos aspectos tan positivos como la interactividad, la inmediatez y la flexibilidad facilitadas por estas nuevas tecnologías, que nos ayudan en el trabajo y nos evita las antiguas barreras espacio-temporales. El problema que aquí encontramos es que esto ocurre en los países más desarrollados, mientras que en los no desarrollados y en vía de desarrollo, no cuentan con los medios necesarios para ello. Este aspecto crea aún más desigualdad entre países, crea imposición de culturas de los países más poderosos y crea un control sobre ellos.

También encontramos que los avances tanto científicos como médicos o de otro tipo, han facilitado y empujado a la búsqueda de nuevos descubrimientos importantes para la sociedad. Y también ha habido una mejora de la calidad de los medios de transporte, ahora más rápidos y seguros. Pero al igual que antes, estos se quedan en las sociedades desarrolladas, no llega a países en los que aún existen necesidades primarias como la de alimentación, agua potable o higiene básica.

Por tanto, la idea de que existe una integración cultural, que crea una tendencia hacia un “pensamiento único”, como el de pertenecer a una misma comunidad mundial, desde mi punto de vista, es únicamente una escusa para envolver todo lo demás con algo bonito: “todos somos ciudadanos del mundo, con igualdad de derechos y libertad, etc. etc.”, cuando la realidad es totalmente lo contrario (privación de libertad por ser ilegal en un país que no es el tuyo, negación de derechos universales…).

Por último, la toma de conciencia sobre los problemas medioambientales, que cada vez es mayor, pero seguimos encontrando que muchísimas personas no saben qué es reciclar (o aún peor, lo saben y no lo hacen), seguimos destruyendo especies en peligro de extinción, seguimos explotando la naturaleza.

Además de todos estas características o consecuencias de las que hemos hablado, existen muchas otras más complejas en las que no he querido centrarme, porque pienso que trabajando con las que he expuesto, ya estaríamos consiguiendo un gran paso hacia delante.

Es cuestión de civismo. Es tan fácil como si todos y cada uno de nosotros, como ciudadanos, tomásemos conciencia de la realidad y la necesidad de cambio inmediata, y a la vez, trabajásemos individualmente por un lado, y colectivamente por otro, para cambiar poco a poco nuestro qué hacer diario y aportar nuestro grano de arena a este mundo cada día más complejo.